“Bienaventurado todo aquel que teme a Jehova, que anda en sus caminos. En su trabajo le irá bien y será prosperado. Su matrimonio será exitoso y sus hijos bendecidos. El Señor le bendice desde su morada, y a sus nietos también. Mirará a Israel y Jerusalén con bendición.” (Salmo 128).
Este salmo es una bendición sacerdotal, que nos muestra las bienaventuranzas por temer (respetar, honrar) a Dios y obedecer su Palabra (andar en sus caminos).
A. Condiciones para recibir las bienaventuranzas (bendiciones):
- Temer a Dios, es decir respetarle (Proverbios 1:7).
- Andar en sus caminos, es decir no solamente leer y entender la Palabra de Dios sino ponerla por obra (obedecerla).
B. Bienaventuranzas (bendiciones):
- Ser fructifero en el trabajo y ser promovido.
- Tener un matrimonio estable y un hogar prospero.
- Un matrimonio que no experimentará divorcios.
- No habrá esterilidad, tendrán hijos e hijas.
- Los hijos serán bendecidos (prosperos) espiritual y materialmente.
- Dios bendecirá constantemente desde los cielos.
- La bendición alcanzará hasta los nietos.
- Además de las bendiciones espirituales y terrenales habrá una recompensa tangible en los cielos nuevos y la tierra nueva para los creyentes fieles.
- El remanente judío que será salvo verá la restauración total de Israel y de su capital Jerusalén.